Motivo por el que un santo puede tener varias fechas

Para saber el motivo empecemos por entencer el proceso de la canonización, que es cuando se declara santo o santa a una persona ya fallecida.

Este proceso comprende la inclusión de dicha persona en el canon, que es la lista de santos reconocidos, así como el permiso para venerar a esa persona, a la cual se le asigna una fiesta litúrgica, se le dedican iglesias, capillas o altares, y se reconoce su poder de intercesión ante Dios.

El nombre de la persona se inscribe en la lista de los santos de la Iglesia y a la persona en cuestión se la "eleva a los altares", es decir, se le asigna un día de fiesta para la veneración litúrgica por parte de la Iglesia católica.

El tiempo transcurrido entre la muerte y la canonización de los santos ha sido sumamente variable: desde siglos, como en el caso de San Pedro Damián, canonizado 756 años tras su muerte, hasta menos de un año. Entre estos últimos casos, pueden citarse los ejemplos de san Antonio de Padua, canonizado 352 días después de su deceso, y de san Pedro de Verona, cuyo proceso de canonización tuvo una duración de tan solo 337 días.

A los santos así reconocidos se le asignaba un día de fiesta, generalmente el aniversario de su muerte, pero puede ser otra fecha significativa de su vida.

Como se podrá suponer hay muchas personas que han sido declarado santas y que comparten nombre. Por ejemplo, tenemos los casos de: San Antonio de Padua y San Antonio Abad, San José Obrero y San José de Arimatea. Y así hay casos de muchos nombres, los más comunes como es lógico tienen más fechas porque más personas declaradas santos se llamaban así

Hemos de tener en cuenta que han sido cientos y cientos de años en los que se han ido declarando santos, con lo que hay muchos nombres repetidos por así decirlo.

Tradicionalmente se elegía como fecha de celebración del santo que tenga varias fechas la del más reciente al nacimiento de la persona, pero se puede elegir cualquier otra por tradición (algún familiar lo celebraba ese mismo día) o por decisición personal.

En la actualidad se sigue canonizando a personas como el caso del papa Juan Pablo II, que fue declarado santo el 27 de abril de 2014. La festividad en su memoria se celebra el 22 de octubre (que fue el día en que inició su papado). Por este motivo, los llamados Juan Pablo podrán celebrar su santo en esa fecha.